Megafauna

Mega garra fauna

Este conjunto de gigantes que habitó América del Sur hasta tiempos geológicamente muy recientes es la fauna de mamíferos más espectacular de todo el mundo y de todos los tiempos, con su inusual asociación de especies de más de una tonelada que fue la primera inspiración de Darwin para su teoría de la evolución por selección natural.

La megafauna pleistocena de América del Sur es especial desde todo punto de vista. En primer lugar, son muchos: diez o doce animales de más de una tonelada que vivieron juntos.

Es éste el ejemplo de mayor diversidad que se conoce entre los mamíferos y muchos de ellos no tienen análogos vivientes. Entre sus miembros, figuran el devastador dientes de sable, un oso de gran porte, un mastodonte, un armadillo gigante y varias especies de sus parientes, los gliptodontes, varias especies de perezosos de varias toneladas y los peculiares ungulados sudamericanos Toxodon y Macrauchenia.

Los perezosos terrestres son parientes de los perezosos actuales, esos pequeños mamíferos que viven colgados de los árboles y duermen muchas horas al día. La diferencia más importante es su tamaño, ya que éstos superaban la tonelada y, por lo tanto, no descansaban en los árboles.

Los gliptodontes son parientes, también de gran tamaño, de las mulitas y tenían las placas de su caparazón formadas de hueso con diseños característicos.

Los animales más extraños que vivieron en la megafauna son aquellos que no tienen parientes actuales: Toxodon y Macrauchenia. Ambos llaman la atención por su anatomía extraña, además de por su gran tamaño.